La salud bucodental es esencial para tener una buena salud general y más aún lo es durante el embarazo. Durante este periodo las mujeres experimentan cambios que pueden afectar a sus encías y a su boca en general.
A partir del segundo mes de embarazo, se segregan unas hormonas (estrógenos y progestágenos) que favorecen el aumento de la inflamación y sangrado de las encías. Esta patología se denomina gingivitis gestacional y afecta a dos de cada tres mujeres.
Estas afecciones han sido consideradas hasta hace bien poco como normales, pero no lo son y se pueden evitar. Por eso, es importante acudir al dentista cuando se planea quedarse embarazada. De esta manera, el odontólogo podrá hacer una revisión y le indicará si hay necesidad de hacer algún tratamiento preventivo.
Existe la creencia errónea de que el bebé obtiene el calcio de los dientes de la madre pero no es así, lo obtiene de la dieta y los huesos de la madre, por eso la importancia también de una correcta y saludable alimentación durante el embarazo.
Para mantener una boca sana durante el embarazo lo mejor es realizar un buen cepillado dental con un cepillo de dureza media-suave con pasta fluorada al menos 2 veces al día y durante 2 minutos cada vez.
Este debe realizarse haciendo movimientos circulares sobre la encía por la cara interna y externa del diente y con movimientos de arrastre por todas las superficies masticatorias. No hay que olvidarse de cepillar también la lengua con limpiadores linguales además de usar seda y cepillos interproximales para retirar los restos de alimentos y placa que se acumulan entre los dientes.
PATOLOGÍAS DURANTE EL EMBARAZO:
– SANGRADO DE ENCÍAS: En el caso en los que exista sangrado de encías sería aconsejable realizarse una higiene profesional y además utilizar un colutorio de clorhexidina a la concentración de 0,05 para ayudar a reducir ese sangrado, prescrito por su dentista. También pueden ser útiles los enjuagues con agua y sal.
– NAUSEAS: En el caso de padecer nauseas y vómitos con frecuencia conviene enjuagarse la boca y evitar cepillarse los dientes nada más vomitar pues los ácidos del estomago pueden deteriorar el esmalte del diente y erosionarlo provocando la caries y desgaste.
– SEQUEDAD BUCAL: Durante el embarazo se debe de beber mucha agua para estimular la producción de saliva y de este modo evitar padecer de sequedad de boca o xerostomía, otra de las afecciones causadas por los cambios hormonales que se presentan durante este periodo. Para aliviar este problema existen colutorios específicos que ayudan mejorar esta afección y contribuyen a mantener la mucosa lubricada.
– GRANULOMA PIOGÉNICO: El granuloma piógeno o también conocido como el tumor del embarazo es una lesión hiperplásica frecuente en mujeres y especialmente en embarazadas. Se trata de una reacción inflamatoria que causa tumefacción del tejido gingival creando un quiste. Su origen se desconoce aunque hay relación con factores irritativos, traumáticos y sobre todo hormonales. Se da en un 10% de las embarazadas alrededor de los dientes anteriores del maxilar superior. Como desaparece después del parto, no es necesario quitarlo, dado que si se elimina suele volver a salir. Sólo en casos excepcionales que afecta a la funcionalidad y gravemente a la estética, se suele extirpar con una sencilla cirugía. La mejor prevención de esta afección es un exhaustivo control de la higiene oral durante el embarazo.
Hay que tener en cuenta que una inadecuada salud oral de la madre gestante puede acarrear problemas en el feto, como puede ser parto prematuro o bajo peso al nacer o preclampsia. Por lo tanto, es fundamental que acudas a tu dentista para hacerte una revisión y al menos una higiene bucal durante tu periodo de gestación.