La radioterapia de cabeza y cuello puede ocasionar varias complicaciones en la cavidad bucal, entre ellas:
- Alteración del sentido del gusto.
- Aumento de caries.
- Sequedad bucal.
- Infecciones orales.
- Trismus (incapacidad de abrir la boca completamente).
Antes de someterse a este tratamiento, es aconsejable acudir a su dentista para evaluar el estado bucodental del que se parte y la necesidad de realizar los tratamientos conservadores que se precisen para con ello evitar que se produzcan lesiones en la boca durante el mismo.
De hecho hay tratamientos como la extracción dental que han de realizarse con la suficiente antelación a la radioterapia en el caso de que fueran necesarios.
Durante la radioterapia evite comer alimentos azucarados, picantes, crujientes o duros, realizando una dieta blanda y anticariogénica.
La correcta higiene bucal, es básica en estos tratamientos. Cepillarse habitualmente los dientes (tres veces al día, preferiblemente con un cepillo de cerdas blandas), el uso de seda dental y en el caso de utilizar colutorios, evitar aquellos que contengan alcohol (su dentista le puede aconsejar).
Una vez finalizado el tratamiento de radioterapia, acuda de nuevo a su dentista para realizar una valoración completa de su boca revisando entre otras cosas los índices de placa y el estado periodontal.
Sería aconsejable continuar durante un año aplicando geles de fluor que ya se iniciaron antes y durante la radioterapia y mantener una ingesta diária de 2 litros de agua para paliar la sequedad bucal. Igualmente resulta muy importante que no se descuide la higine bucodental y que se visite regularmente al dentista.