Durante el día a día tenemos unos hábitos introducidos dentro de una rutina. En cuanto a la higiene oral, ¿cómo sé si lo estoy haciendo bien? ¿realizo una buena rutina de higiene oral completa?
Pues bien, vamos a recordar los puntos esenciales y algunos opcionales para que mejores o compruebes que realizas perfectamente esa rutina de higiene oral completa.
Inicialmente, lo apropiado es comenzar con la higiene entre diente y diente. Se puede realizar con hilo dental o con cepillos interproximales.
¿Cuándo cepillo interproximal?¿Cuándo hilo dental?
Ambos dependen de cuán grande sea el espacio entre diente y diente.
Normalmente si eres joven, el espacio interdental estará relleno por la papila (triángulo de encía). En caso de tener o haber tenido enfermedad periodontal o por el paso de los años, las encías se retraen, dejando ese espacio parcialmente o totalmente vacío, sin encía; un hueco. En estos últimos casos, lo conveniente será utilizar cepillos interproximales determinando el tamaño de acuerdo al espacio.
¿Cómo utilizar el hilo? ¿o la cinta?
La cinta es la plana y el hilo es el cilíndrico. En estudios que comparan la eliminación de placa uno versus el otro, siempre elimina mayor cantidad la cinta. Por ello, si se puede elegir, recomendamos el uso de cinta dental.
En este caso, se corta un trozo de unos 30cm de cinta dental y se enrosca alrededor de los dedos corazón. El índice y el pulgar servirán de pinza para el movimiento. Se introduce la cinta haciendo un zigzag a través del punto de contacto entre diente y diente y posteriormente, se rodea la papila hacia un lado y hacia el otro.
Una vez se ha limpiado un espacio interproximal, desenroscamos un trozo nuevo de cinta para utilizar una parte limpia en el siguiente espacio.
¿Cómo usar el cepillo interproximal?
Lo primero es escoger el tamaño adecuado. No debe ser demasiado fino porque si entra muy holgado, únicamente empujara el alimento que haya podido quedar sin remover las bacterias que haya adheridas en las esquinas. El tamaño debe ser justo para el espacio, haciendo algo de presión pero sin ejercer molestia ni dolor.
Una vez tenemos determinado el tamaño correcto para cada espacio, porque no todos los espacios son iguales, dependiendo si el espacio que limpiaremos es del frente anterior, lo más cómodo es utilizar uno recto y si es para las muelas uno angulado.
De esta manera, lo introduciremos entrando y saliendo. El movimiento se hará del exterior al interior y del interior o lengua al exterior. Una vez está dentro, se pueden hacer ligeros movimientos de angulación para llegar a todos los pequeños espacios.
Una vez realizada la higiene interproximal bien con cinta o con interproximales dentales, lo siguiente es continuar con el cepillado.
El cepillado puede realizarse con el cepillo manual o el eléctrico. Dependiendo de uno u otro, la técnica cambia.
En el caso del cepillo manual, hay que inclinar las cerdas 45 grados para entrar en el espacio que hay entre la encía y el diente, realizar un ligero masaje en la encía y acabar desprendiendo la placa de la corona del diente. La dirección siempre ha de ser de la encía a la corona del diente.
Por el contrario, el cepillo eléctrico no precisa de movimiento de quién lo usa puesto que el propio cepillo ya se mueve. Únicamente es necesario colocarlo también con una inclinación de 45 grados y apoyarlo unos segundos sobre cada diente.
Cuando el paso uno de la higiene interproximal esté realizada y el paso dos del cepillado dental, solo faltará la higiene de la lengua.
Es importante tener en cuenta que la lengua también almacena gran cantidad de bacterias. Por ello, se puede limpiar con el mismo cepillo de dientes raspándola de atrás adelante o con un raspador lingual.
Una vez hechos estos tres pasos:
- higiene interproximal (cepillos interproximales o cinta dental)
- cepillado dental (cepillo eléctrico o manual)
- higiene lingual (cepillo o raspador lintual)
- opcional: enjuague con colutorio