Asesorando al paciente y a la familia
La prevención y el tratamiento exitoso de la caries depende de una evaluación exhaustiva del menor. Los padres o cuidadores tienen un papel crucial en la prevención de la caries dental en los niños. Por ello, es importante comprender las circunstancias familiares del niño, y en particular, la capacidad y la voluntad de los padres/cuidadores para asumir la responsabilidad de la salud bucal del menor. La primera evaluación debe llevarse a cabo en el primer año de vida para que los padres/cuidadores puedan ser alentados a adoptar prácticas óptimas de prevención de la caries cuanto antes. Esta evaluación debe revisarse periódicamente porque las circunstancias familiares pueden cambiar e influir en el riesgo de caries del menor. Una evaluación integral debe incluir los siguientes alimentos para que el plan de cuidado personal sea eficaz en la mejora de la salud bucal del menor:
- Motivación y responsabilidad de los padres o cuidadores del niño.
- Historial del paciente.
- Examen clínico
- Evaluación del riesgo de caries.
También es necesaria una evaluación de la oclusión en desarrollo para los niños con dentición mixta. Esto podría influir en el plan de atención personal para la prevención y el tratamiento de la caries dental (por ejemplo, al considerar los primeros molares permanentes de mal pronóstico o la extracción de los dientes primarios).
Lograr una buena relación con el menor y los padres
Conseguir una buena relación con el niño y con los padres/cuidadores, y mantener una comunicación efectiva a lo largo de todas las etapas de la atención, comenzando con la evaluación, es fundamental para poder establecer una relación efectiva y esencial que estimule la participación activa de los padres/cuidadores en el cuidado de la salud bucal del niño. Los padres, muchas veces, sienten estrés, aprehensión o sentimiento de culpa. Todos los miembros del equipo de la clínica juegan un papel importante para lograr una buena relación.
- Da la bienvenida al niño cuando ingrese a la clínica.
- Mantén contacto visual (agáchate si es necesario)
- Saludable por su nombre.
- Preséntate con tu nombre
- Intenta hacerle sonreír
- Establece una relación con los padres/tutores explicándoles cómo pueden ayudar
- Involucra al menor tanto como sea posible en todas las conversaciones.
Evaluación de la motivación y la capacidad de los padres para asumir la responsabilidad
Los niños dependen de sus padres/cuidadores para mantener su salud bucodental mediante la aplicación de intervenciones preventivas, la promoción de una actitud positiva hacia la salud bucodental y acudir a las revisiones periódicas. Por lo tanto, la cooperación y participación activa de los padres/cuidadores es esencial para la prevención y el tratamiento exitoso de la caries dental Algunos padres/cuidadores necesitan apoyo y aliento para poder aceptar la responsabilidad. Es importante conocer que existen una serie de factores que pueden contribuir a la dificultad para establecer comportamientos saludables, entre ellos:
- Educación, salud familiar o cuestiones sociales (por ejemplo, nivel social deprimido)
- Prioridades asignadas a la salud.
- Niños/familias con discapacidades intelectuales, médicas, de salud mental, físicas o de otro tipo.
La falta de conocimiento o motivación de los padres/cuidadores con respecto a la prevención de enfermedades dentales. Apoyarles para que cambien sus actitudes y comportamientos de la salud requiere tiempo y paciencia, pero es posible conseguirlo.
La historia clínica
Para todos los pacientes, un historial médico, dental y social completo brinda información esencial para desarrollar un plan de atención personalizado eficaz. En los niños, el conocimiento de la experiencia de caries y la ansiedad relacionada con la atención dental en los padres y hermanos recopilados como parte de la historia social, puede ayudar en la evaluación del riesgo de caries y comprender la capacidad y motivación del niño y de los padres/cuidadores para mantener su salud bucodental. Es particularmente importante preguntar a los padres/cuidadores sobre los hábitos de cepillado y dietéticos. Al incluir esta información al comienzo de cada examen dental, se enfatiza la importancia del cepillado y de la dieta, tanto para el niño como para los padres. Esto puede ayudar a evaluar la motivación y permitir la prevención específica.
El conocimiento de la experiencia previa del niño con tratamiento dental ayudará a predecir cómo podría reaccionar al tratamiento y si es probable que lo acepte. Es posible que sea necesario considerar métodos alternativos para completar el tratamiento. Para algunos padres/cuidadores, varias visitas de atención preventiva y reparadora pueden suponer dificultades.
El conocimiento de toda esta información permitirá la elaboración de un plan de cuidado personalizado para cada niño.
- Confirmar el motivo de la consulta y evaluar las expectativas de salud bucal y la motivación del niño y de los padres/cuidadores.
- Recoger un historial médico y dental completo asegurándose de que esté actualizado.
- Rellenar una historia social para determinar el nivel social y educativo de los padres.
- Preguntar sobre la experiencia de caries en los padres y hermanos
- Preguntar sobre los hábitos de cepillado de dientes. Por ejemplo: ¿el padre/cuidador le cepilla los dientes al niño?, ¿con qué frecuencia se cepilla el niño? ¿Cuál es la concentración de flúor en la pasta de dientes utilizada? ¿Está el niño supervisado y quién lo hace? ¿El niño escupe después del cepillado?
- Preguntar sobre los hábitos alimentarios. Por ejemplo: ¿Usa el niño biberón en la cama por las noches y, de ser así, qué contiene? ¿Con qué frecuencia bebe bebidas azucaradas? ¿Toma medicamentos regulares que contienen azúcar? ¿Qué come entre horas? ¿Qué comes a la hora del almuerzo en la escuela? ¿Cuántas promociones de frutas y verduras come cada día?
- Preguntar sobre experiencias dentales anteriores. Por ejemplo: ¿Qué tratamiento se ha realizado? ¿Tiene alguna experiencia con anestesia local? ¿Presenta ansiedad antes de acudir a la consulta dental?
- Utilizar toda la información recopilada para fundamentar la evaluación de la actitud del niño y/o de los padres/cuidadores hacia la salud bucodental y su capacidad y motivación para asumir los autocuidados.
Examen clínico
En cada niño se debe realizar una evaluación clínica integral que incluya un examen extraoral e intraoral completo, inclusiva la consideración de un examen radiográfico. Algunos niños no podrán someterse a una evaluación completa al principio, pero deben introducirse lo antes posible. Para la mayoría de los niños, la caries dental es la causa más común de problemas de salud oral. La detección temprana puede mejorar los resultados del tratamiento del niño. Aunque existe una baja correlación entre los niveles de placa y la caries dental, la evaluación de los niveles de la placa a lo largo del tiempo proporciona una información valiosa sobre el comportamiento de higiene bucal del niño y el cumplimiento del cepillado dental con pasta dental con flúor, que es una de las intervenciones preventivas más eficaces. Se requiere una evaluación regular de la dentición para diagnosticar, manejar y luego monitorizar con precisión las lesiones cariosas a lo largo del tiempo. Debido a que los dientes primarios se exfolian, las prioridades del dentista al manejar los dientes primarios cariados difieren de las del manejo de la dentición permanente cariada y esto debe tenerse en cuenta al planificar la atención.
- Evaluar los niveles de placa del niño y las habilidades o conocimientos sobre el cepillado de dientes del menor o de los padres/cuidadores y discutirlo con ellos.
- Evaluar la dentición primaria y permanente en busca de caries (en dientes limpios y secos) usando un enfoque diente por diente. Comunicar al menor y a los padres/cuidadores los hallazgos.
- Para la dentición temporal, evaluar las caries, el dolor y la infección de la siguiente manera:
- Diagnosticar lesiones cariosas.
- Valorar el dolor y el absceso/infección
- Evaluar el riesgo de que se desarrolle dolor o infección antes de la exfoliación
La exploración en los más pequeños
Esta técnica se puede utilizar para facilitar el examen de un niño pequeño. El padre/cuidador se sienta en una silla con el niño sobre su regazo (no se usa el sillón dental)
- De manera relajada y sonriente explica que:
- El padre/cuidador debe sentar al niño hacia él y le tomará de las manos mientras baja la cabeza del niño al regazo del dentista.
- El padre/cuidador debe seguir mirando al niño mientras le sonríe. A la mayoría de los niños pequeños no les gusta que los mantengan quietos y pueden llorar, pero es probable que esto se detenga tan pronto como lo siente y deje que el padre/cuidador lo abrace.
- Ayudar al padre/cuidador a bajar la cabeza del niño sobre el regazo del dentista.
- Haz que el padre/cuidador sostenga las manos del niño mientras realiza el examen. Continúa sonriendo y hablando amablemente con el niño, diciéndole lo bien que lo está haciendo.
- Mientras usas el espejo para examinar la boca, permite que el padre/cuidador mire también los dientes.
- Al final del examen, anima al padre/cuidador a abrazar al niño y felicitarle.