El paciente infantil presenta características y necesidades distintivas debido a:
- Un riesgo de caries potencialmente alto
- Una inmadurez del esmalte
- Una dependencia a los padres en cuanto a medidas de higiene (al menos, hasta los 7-8 años de edad)
- Unos hábitos nutricionales mejorables.
- Una baja rutina de revisiones periódicas bucodentales.
- La posible existencia de hábitos perniciosos que requieren corrección (succión del pulgar, chupete, deglución lingual…)
- Un mayor riesgo de lesiones traumáticas
- Un manejo clínico específico que requiere de técnicas y experiencia
- Una muy baja conciencia solitaria sobre la relevancia de la salud oral en dentición primaria en nuestro país.
Riesgo de patologías
- Mayor riesgo de caries
- Inmadurez del esmalte
- Mayor riesgo de traumatismos.
Actitud
- Gran dependencia de los padres
- Baja rutina de revisiones periódicas
- Baja conciencia de la relevancia de la dentición temporal
- Manejo clínico específico

Hábitos
- Pocas visitas al dentista
- Hábitos nutricionales mejorables
- Deficiente nivel de higiene oral.
Solo el 30% de los padres de preescolares cepilla los dientes a sus hijos. El 74% de los menores de 3 años nunca han ido al dentista. En promedio:
- 1 diente afectado
- 3,7 millones de dientes de leche presentan caries
- 7 de cada 10 dientes de leche están sin tratar
- 1 de cada 4 niños necesita tratamiento de ortodoncia.
¿Cómo podemos prevenir?
Es importante que los niños desde los tres años comiencen a acudir al dentista. Se realizará una muy breve revisión, pero fundamentalmente esta visita es para empezar a tomar contacto y no desarrollar ningún miedo por parte de los niños hacia el ámbito odontológico.
En las posteriores revisiones se va observando con mayor detalle las mucosas orales, dientes de leche y tiempos de erupción de los mismos. Estas visitas son importantes con la finalidad de educar al niño con instrucciones de higiene oral adecuadas a su edad y control de hábitos alimenticios.
Es la siguiente fase comenzamos a observar el recambio dental por los dientes definitivos, por lo que es el momento de poder valorar la necesidad de ortopedia dental. Estos aparatos funcionan muy bien gracias a que van moviendo los dientes ayudados por la corrección del crecimiento óseo que se da en esta fase.
Y finalmente la adolescencia es la etapa en la que se acaba corrigiendo con ortodoncia las maloclusiones dentales o alineado dientes.
Es de gran importancia realizar una visita al año de comprobación y revisión con el dentista- odontopediatra para ir controlando estas etapas y sobre todo para que en cada visita vayamos poco a poco realizando prevención con la educación a una correcta higiene y reduciendo la posibilidad de mayores problemas en el futuro.